Teniamos muchas ganas de regresar a casa hasta el punto que cambiamos nuestros billetes de vuelta pagando una sancion y un cambio de tarifa, pero como suele pasar, cuando llegamos a Tailandia nos arrepentimos.
No es que se estuviese mal en Vietnam, simplemente estabamos cansados de viajar y con la confirmacion del trabajo nuevo teniendo que volver en Junio para empezar una nueva aventura en Hong Kong el volver antes y pasar tiempo con la familia y amigos era una idea atractiva.
Volamos a Bangkok desde Ho Chi Minh city. Cuando llegamos nos encontramos con la sorpresa de la celebracion del año nuevo Tailandes. Lo llaman Songkram o algo asi. Es la epoma mas calurosa del año y lo celebran tirandose agua el uno al otro. Literalmente cubos de agua en ocasiones. La mayoria de la gente joven compra pistolas de agua y las calles de Bangkok se vuelven un campo de batalla.
Es super divertido si quieres participar, cuando uno esta haciendo las ultimas compras y te calan de arriba a abajo incluyendo la ropa que acabas de comprar no es tan divertido. Preguntarselo a Hannah que por la razon que sea atraia a las muchedumbres y lo que es peor atraia los cubos de agua.
Hannah tenia mogollon de recados y cosas que comprar, en Mayo es la boda de su hermana y siendo barato como es en Bangkok se ahorraba una pasta comprandolo aqui.
Nos fuimos a pasar los ultimos dias del viaje a Koh PhaNgan, la isla que ya habiamos estado muchas veces donde he trabajado de voluntario en numerosas ocasiones. Es super bonita, hay fiesta, y conocemos gente. Tenia sentido acabar el viaje en un sitio donde nos encontrasemos agusto....y donde no te tirasen cubos de agua al tres por dos.
A parte de los viajes de noche en tren con aire helado mas que acondicionado o sentados a la vuelta porque lo demas estaba reservado todo fue genial. Fue un broche de oro para el final del viaje.
Hannah se volvio a Bangkok a hacer los recados y yo me quede con James y compañia por unos dias mas. Una noche cuando estaba solo me fui a la playa donde esta toda la fiesta un par de noches antes de la famosa fiesta de la luna llena. Ya habia mogollon de gente, muy animado pero no las 20 mil personas que se juntan en la luna llena. Estaba sentado y un grupo al lado me invito a juntarme. Un irlandes, una sueca y un par de americanos de LA. Muy majos. Yo estaba con muchas ganas de fiesta pero empezamos a mezclar cubiletes de ron local con cola y red bull y acabe desapareciendo de lo malo que me puse. No el final o broche deo oro de la noche que me hubiese gustado, pero aprendi la leccion. Nunca mezcleis botellas que no sabeis ni lo que pone.
El resto nada del otro mundo, Bangkok, mas compras, maletas y vuelos.
De vuelta a la vida real.
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